Una alianza científica se planta frente a las especies exóticas que están complicando a la naturaleza cordobesa.
¿Sabías que en las sierras de Córdoba hay una guerra silenciosa? 🌄 No se escuchan disparos, pero los protagonistas son igual de implacables: plantas foráneas, lindas a la vista, pero dañinas para el ecosistema. Se meten donde nadie las llamó, consumen agua, desplazan a las nativas y hasta complican a los productores ganaderos. 😠🌱
Pero no todo está perdido. Desde la estancia San Miguel, cerca de Ascochinga, se está gestando un operativo de rescate ambiental que tiene un poco de ciencia, otro de estrategia rural y mucho de trabajo en equipo. 💪💧
👨🔬👩🌾 ¿Quiénes están detrás de esta movida?
Una combinación poderosa: la Asociación Rural Sierras Chicas, el INTA Manfredi, los Ministerios de Bioagroindustria y de Ambiente de Córdoba, y los cerebritos del Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV-CONICET y UNC). Sí, todos ellos se pusieron de acuerdo en algo: las especies invasoras no pueden seguir haciendo lo que quieren.
🌿 ¿Y qué están probando?
Un ensayo bien serrano, con cuatro formas de combatir a las invasoras más rebeldes: Cotoneaster, Acacia negra, Siempre verde, Pyracanta, Rosa mosqueta y Zarzamora (¡una lista que suena a jardín europeo pero que es un dolor de cabeza en las sierras!). 🙄
Se probaron diferentes métodos: corte mecánico, aplicación foliar, corte más químico al tocón, y dejar que sigan creciendo como testigo (para comparar). Todo con el uso de Aminopyralid, un herbicida de baja toxicidad y banda verde. 🧪
📊 ¿Y los resultados?
¡Tremendos! El tratamiento más efectivo fue el que combinó corte y aplicación al tocón con Aminopyralid. En casi todas las especies, tuvo un 90% de efectividad. Una maravilla. 🌟 En cambio, los métodos sin químicos no tuvieron mucho éxito: las plantas rebrotan como si nada. 😬
🌎 ¿Por qué es tan importante esto?
Porque estamos hablando de especies que cambian el paisaje, alteran el ciclo del agua, compiten con la vegetación nativa y complican la ganadería. Y porque, además, es necesario que las herramientas para combatirlas sean accesibles, seguras y efectivas. Este ensayo busca justamente eso: abrir el camino a un manejo más justo, realista y sostenible.
🔭 ¿Qué viene ahora?
En primavera sigue la investigación. Se van a estudiar cosas como cuánto dura el químico en el suelo, si afecta microorganismos, y si puede aplicarse sin generar problemas en terrenos con pendiente. Todo para armar un protocolo de uso técnico que se pueda replicar.
💬 "El monte serrano no necesita más enemigos, necesita aliados", parece ser el mensaje que deja este proyecto. Y esta vez, la ciencia, el campo y el Estado se aliaron para ser parte de la solución.