Hay lugares que parecen salidos de un sueño, y en el Valle de Punilla tenemos varios. Pero si hay uno que te vuela la cabeza —y el cuerpo, literalmente— es Cuchi Corral. A poquitos kilómetros de La Cumbre, escondido entre caminos de tierra y sierras que se abren como brazos, te espera este mirador natural que no es solo eso: es una invitación a mirar la vida desde otro ángulo.
Un nombre con historia y campo
El nombre "Cuchi Corral" tiene raíces bien nuestras. “Cuchi” viene del quechua y significa “cerdo”. Se cree que en la época colonial esta zona era usada como corral para cerdos, lo que le dio su nombre: el corral de los cuchis. Hoy, los chanchos ya no están, pero el paisaje sigue guardando ese aire salvaje y libre de otros tiempos.
Un salto al vacío... lleno de vida
Cuchi Corral es, desde hace años, uno de los puntos más famosos para hacer parapente en Córdoba. No importa si nunca volaste: podés hacerlo acompañado de un instructor y vivir esa sensación inexplicable de flotar. Abajo, el río Pintos serpentea entre los cerros. Arriba… bueno, arriba estás vos, el cielo, y —si la suerte y el silencio te acompañan— uno que otro cóndor andino que se te cruza a saludar.
No es joda. Los Cóndores bajan, te miran, se mandan una vuelta y vuelan con vos. Es como bailar en el aire con la naturaleza misma.
Cómo llegar y qué tener en cuenta
Desde La Cumbre, el camino no está asfaltado, pero vale la pena. Es como meterse en otro mundo. Lo ideal es ir en vehículo alto o 4x4, aunque si el día está lindo y tenés ganas de aventura, podés hacer parte caminando o en bici. ¡Y ojo! No hace falta que te tires en parapente para disfrutarlo: el mirador solo ya es un paseo glorioso. Llevate el mate, algo rico y quedate a contemplar.
¿Y después del paseo?
Después de volar o caminar, el cuerpo pide algo rico. Si estás en La Cumbre, una gran opción es La Urraca Restó, donde podés comer al aire libre, con vista a las sierras, y disfrutar desde unas empanadas caseras hasta pastas y platos más elaborados. Otra joyita es Villa Artiguez, con cocina de autor, buenos vinos y ese clima cálido de montaña que te hace sentir en casa. Ideal para cerrar el día con el corazón lleno.
Energía que se siente
Muchos dicen que Cuchi Corral tiene algo especial. Que es un portal energético, que allá arriba se siente otra cosa. Y quizás tengan razón. Porque entre el viento, el vuelo, el silencio y los cóndores… pasa algo. Una mezcla de emoción, libertad y paz que te deja distinto.
Una escapada para el alma
Así que si andás por Punilla, si necesitás una dosis de aire puro o si simplemente querés hacer algo inolvidable… date una vuelta por Cuchi Corral. Volá, mirá, respiralo. Porque en este rincón de Córdoba, no solo volás por el aire: volás por dentro.
Fotos: Tamara Fulle